Te di mi inocencia, mi primera vez
mi piel desnuda, mi embriaguez
Te di mi cuerpo, te dí mis sueños
y fui tu reina y tú... mi dueño
Y me dejaste sin nada, sin risa ni llanto
Quedé vacía y desnuda y fue testigo la luna
de noches de insomnio y horas perdidas
Y fuiste la ausencia asaltando nuestra cama
cuando en silencio te lloró mi alma
Me golpeó tu indiferencia
tu apatía, tu no presencia
cuando tomaste lo mío un día
y me dijiste que partías
Pero un hijo me dejaste
que hace que recuerde
que alguna vez me amaste
hasta fines de aquel noviembre
Mas…ya nada importa,
llegó dulce otro noviembre
en que el amor me ha encontrado
y tú, mi hombre del pasado
tú...tú solo eres sombra
porque hoy te he olvidado.
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Susy, cuanto sentimiento despliegas en esta poesía, como siempre... ¡Una belleza!!
ResponderEliminarUn beso.
Mariarosa
Dulce noviembre, ¡es precioso! Cuánto despliegue de sentimientos, como siempre Susy, es un verdadero placer leer tus versos y poesías.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Gracias amigas, Mariarosa y Begoña!
ResponderEliminarSon ustedes muy amables.
Un besote enorme a ambas!